Imagina: estas en el banco de entrenamiento, te duelen los brazos y tu espalda está un poco apretada. Miras al reloj en la pared. Has estado en el gimnasio por 12 minutos. Miras tu reloj de pulsera. Si. Solo doce minutos.
Imagina: estas en el banco de entrenamiento, te duelen los brazos y tu espalda está un poco apretada. Miras al reloj en la pared. Has estado en el gimnasio por 12 minutos. Miras tu reloj de pulsera. Si. Solo doce minutos.